Piedra de Tranca
MARCIANO
NO SOY EXPERTO en la materia y lo que quiero decir hoy lo hago por simple intuición. Es una especie de vuelo instrumental sobre el tema. Tema que no es otro que la discriminación de la mujer que sigue presente en el país, cuya causa muestra indudables avances en especial a través de las políticas oficiales. A Chávez habrá que reconocerle -cuando llegue el tiempo del reconocimiento racional que sucede al del desconocimiento irracional- el impulso que le dio a la mujer; la manera como rompió paradigmas y colocó en el centro de su política la igualdad de sexos. Pero no teóricamente, en el ejercicio de un feminismo chucuto y muchas veces falso, sino en el plano revolucionario.
POR ESO LA MUJER ha tenido tanta figuración, tanta participación en esta etapa de la vida nacional. No una figuración simbólica. No de tipo emblemático. No. Todo lo contrario: Como símbolo real de los cambios que se producen en el país. Pero hay un sector que no entiende lo que pasa: la oposición. Ésta puede que acompañe formalmente el proceso de rescate de la mujer. No podría actuar de otra manera. Pero en el fondo tiene reservas. Los viejos resortes machistas de la ideología conservadora, los antivalores del capitalismo y de una posición política que históricamente ha explotado al ser femenino, siempre se manifiestan de alguna forma.
EN LA VENEZUELA actual lo hacen a través de la reticencia, de la reserva, de la burla. Buscando siempre banalizar lo que sucede, que no es otra que el ascenso de la mujer y su arribo, por ejemplo, a posiciones institucionales destacadas. No es por simple casualidad que la ofensiva de la oposición y las miserias de algunos medios de comunicación se ensañen en las mujeres que destacan. Tampoco es una casualidad que de los cinco poderes públicos, cuatro de ellos, Legislativo, Judicial, Moral y Electoral -además de un cargo de la importancia de la Procuraduría-, estén a cargo de mujeres que destacan por su capacidad y dedicación al servicio público. Sólo el Ejecutivo está en manos de un hombre. Algo verdaderamente insólito en el mundo y que presagia que en un futuro no lejano Venezuela ingrese a la lista de naciones donde una mujer ejerza la Presidencia de la República.
LA CONSECUENCIA DEL FENÓMENO entre quienes se oponen al actual proceso es el desprecio. La subvaloración de lo que ocurre y el aprovechamiento de la circunstancia para zaherir a las mujeres que ostentan cargos de importancia. En los pliegues de los ataques siempre se desliza la ironía, la descalificación derivada del sexo, la referencia al peinado, al físico -a lo que se dice de la mujer por ser mujer y no ser humano- y a la imputación comparable con una especie de estigma social. Cilia Flores, Luisa Estela Morales, Luisa Ortega, Gabriela Ramírez, Tibisay Lucena, son ofendidas, agraviadas, vapuleadas, vejadas a diario no solo por razones políticas sino porque se trata de mujeres que sobresalen, que muestran lealtad y consecuencia, que no son muñequitas de tocador, y que igual que miles de mujeres afloraron a la superficie por su intrínseco valor, como parlamentarias, jueces, funcionarias de la administración pública donde destacan por su honestidad y eficiencia. Conclusión: El machismo subyacente tiene que estar arrecho.-
(Publicado por Diario Vea)
El género femenino ha tenido como nunca antes tanta figuración, tanta participación en esta etapa de la vida nacional / No una figuración simbólica. No de tipo emblemático. No. Todo lo contrario: Como símbolo real de los cambios que se producen en el país.
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